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Pediatría en Santiago de Chile

Mi nombre es Claudia Marcela Albanés estudiante de la Universidad Rafael Landivar y realicé un intercambio profesional en Chile en la ciudad de Santiago de Chile durante el mes de marzo del año 2016 en la especialidad de Pediatría. Irse de intercambio es una de las mejores experiencias de mi vida, porque conoces la Medicina de una forma diferente y también es una gran oportunidad para conocer el mundo y conocer a personas increíbles. No lo cambiaría por nada y estoy muy agradecida por la oportunidad.

 

Mi primer contacto fue con la host vía Facebook y Whats app y me dieron las indicaciones de cómo tenía que llegar del aeropuerto a su casa, ya que ellos no podían ir por mí. La verdad sentí un poco de miedo, ya que no conocía el transporte de allá y llegué en la madrugada, me costó un poco saber dónde era exactamente la casa y no tenía teléfono para comunicarme con la familia, pero al final el piloto del transporte me prestó su teléfono y lo logramos. Como recomendación, sugeriría que fuera obligatorio que alguien (por lo menos de SCOPE) pudiera ir por el estudiante al aeropuerto, para ubicarlo un poco más con el ambiente y la familia. No hubo ninguna fiesta ni actividad de bienvenida ya que la era un Domingo por la noche el día que yo llegué y lo único que quería era dormir. Posteriormente me enseñaron cómo debía irme al Hospital en el metro y compartí con ellos hasta el momento de la cena, pero todos los días me hacían sentir bienvenida.



Una familia fue la encargada de alojarme, en donde yo vivia contaba con todos los servicios básicos ( baño, refrigeradora estufa, wifi, agua caliente). Yo disponía con un cuarto solo para mí. La familia la cual me alojaba la estudiante a mi cargo era estudiante de medicina sin embargo no la miraba muy seguido ya que tenía muchas guardias, por lo cual compartí más con la familia. El hospital no era cerca, yo tenía que viajar aproximadamente 1 hora todos los días para poder llegar. Me transportaba por el metro de Santiago de Chile. La casa estaba ubicada en una colonia con varias casas alrededor, en teoría era bastante seguro, tenía un centro comercial cerca.


La familia me proporcionaban el desayuno y la cena, en ocasiones cuando era almuerzo. La mayoría de veces compré almuerzo en el hospital. El precio por tiempo de comida en el hospital era de $4-$5. Los precios de las comidas eran muy similares a los de Guatemala. Eso sí recomiendo que prueben el pastel de choclo. Toda la comida me gustó mucho, en la casa donde yo vivia la comida que me proporcionaban era sencilla pero buena.


El Hospital en el cual roté era el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, las clínicas Eran modernas, tenían todo el equipo para evaluar y computadoras para el sistema de información. Las actividades que yo realizaba eran observacionales y prácticas, al principio únicamente observada y posteriormente evaluaba en conjunto con los médicos de cabecera. Mi día a día era el siguiente: Llegar al hospital, recibir la guardia, ir a ver paciente por paciente que estaba ingresado y posteriormente consulta externa. Tenía la libertad de comunicarme con los pacientes y la mayoría del tiempo estaba acompañado del Pediatra. Mi relación con los tutores era muy buena, pro supuesto en español, me enseñaban acerca del examen físico y leíamos artículos que luego eran discutidos.


En cuanto al programa social el comité local no organizó ninguna actividad sin embargo nos proporcionó el contacto telefónico y nosotros por nuestra cuenta nos reuníamos. Esta parte sí fue muy deficiente. Por otra parte tenía toda la libertad de organizar actividades por mi cuenta con toda libertad y conocer así la ciudad y sus alrededores. Entre semana organizaba actividades dentro de la ciudad y por los fines de semana viajabamos a lugares cercanos. Conocí el mercado, parques, museos, centros comerciales, etc. Además, Viña del Mar, Valparaíso, el desierto de Atacama e incluso Argentina. Para poder conocer todo esto deberían de tener un presupuesto de $1000.


El costo de vida es muy similar al de Guatemala. La moneda no fue un problema ya que uno se acostumbra a convertir con el tiempo. Lo más caro en lo cual gasté fue el transporte a los lugares que viajaba y algunas comidas en restaurantes. Mi recomendación para futuros intercambios que puedan ahorrar dinero sería gastar en el plan social y no en cosas materiales.


En cuanto a los gastos del intercambio puedo mencionar que el boleto aereo fue de aproximadamente $1200. En cuanto a la alimentación el costo por tiempo de comida era entre $5-$10 en promedio unos $200 por el mes. Los museos y monumentos tenían un costo entre $5-$10.


Irse de intercambio es una de las mejores experiencias de mi vida, porque conoces la Medicina de una forma diferente.


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