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Infectología en Valparaiso Chile


Mi nombre es Byron Figueroa y soy Residente de Medicina Interna del Hospital Roosevelt. Realicé un intercambio en el mes de Agosto del año 2016 en la ciudad de Valparaiso, Chile en el departamento de Infectología. Me refiero a Guatemala, a este bello país que debemos dar a conocer, la medicina que se practica en otras latitudes tiene cosas muy buenas, así como otras no tanto, sin embargo debemos salir a conocer estas casas buenas y regresar a ponerlas en práctica en nuestro país, es muy bonito ver en otros lados como admiran la bandera, es feo saber que piensan que en Guatemala solo mareros existen, de todo hay, y como consejo al estudiante le diría que vaya, que salga a conocer el mundo que no solo de libros y enfermedades se trata la medicina, es un estilo de vida y para poder crecer deben conocer y no solo leer como se hacen las cosas en otros países.

 

Al llegar a un país desconocido debo aceptar que tuve miedo al principio ya que si había hablado antes con mi host pero no sabia bien direcciones y demas, asi que solo habia visto una foto de quien me recibiría, fue grato encontrarlo y si fuimos a su casa a conocer a su familia quienes me recibieron muy alegremente preparandome cena y platicamos de como sería mi estancia con ellos.


Pues la casa ellos decian que era humide, para mi una casa con lujos, sin nada de perjuicios ni deficiencias, dos niveles 4 dormitorios, agua caliente en dos baños, wifi, con acceso a la cocina cuando quisiera, al comedor y sala tambien. Sergio, mi host, estudiante de medicina de la Universidad Andres Bello, me dio un dormitorio para mi solo sin mas estudiantes en la casa, mas que su familia, que recuerdo con mucho aprecio, siempre se preocuparon por mi, por donde andaba y que llevaba de comer, use transporte público, no fue dificil ya que Chile me parece muy seguro nunca vi o me sentí amenazado por delincuencia. El Hospital Gustavo Fricke a mas o menos 25 min de la casa en bus no era dificil llegar, solo debia caminar un poco. Y de alli pues caminaba a cualquier destino centros comerciales y demás, en Viña está todo cerca.


La comida nunca faltó, me dieron disposición de su cocina y ya dependía de mi hacer algo o comprar fuera de casa, la mayoria de veces compré fuera, quería degustar diferentes platillos de su gastronomía, debo aceptar que al principio me parecia un tanto «sin sabor», ya que en Guatemala todo es muy condimentado, y en relación creo que la comida es un tanto mas cara que en Guatemala, pero no mucho, para los que son fanáticos de los mariscos y productos del mar es el mejor lugar para comer, los alfajores, sopaipillas, sushi, todo muy bueno, aunque definitivamente extrañé la comida de mi Guatemala.


Rote en el Hospital Gustavo Fricke, un hospital escuela de Viña del mar, en cuanto a estructura no es tan distinto a las paredes del Hospital Roosevelt, es más pequeño eso si, no tengo el dato exacto de cuantos pacientes atienden al día pero si me pareció sensato que todos los que llegaban previamente habían asistido a una periférica o centro de salud cercano a su domicilio y si convenía su atención en el tercer nivel pues eran referidos, habían clínicas de consulta externa repartidas por especialidad y dependiendo del horario se compartían las clínicas, además de bibliotecas, si contaban con aulas para recibir clases, sin embargo algunas universidades tienen casa cercanas al hospital y salían del hospital a recibir sus clases. En cuanto a mis responsabilidades eran nulas, no tenía responsabilidad alguna ya que mi pasantía era únicamente observacional, debo admitir que el aprendizaje y la academia es muy buena, tuve la oportunidad de evaluar a algunos pacientes y no era complicado ya que se habla español, sin embargo, muchas palabras no las entendía y debía volver a preguntar, la relación con mis tutores era muy buena, o al menos ese fue mi parecer. Un día dentro del hospital era llegar a las 7 de la mañana y realizar las distintas actividades como pase de visita, presentación de casos, entre otros, luego acudía a la consulta externa, al medio día podía salir a comer, luego en la tarde consulta externa nuevamente, suena poco, pero con cada paciente me explicaban y aprendía mucho.



Muy buen programa social, bien organizados, y con los estudiantes de intercambio, me llevé muy bien, aun guardo relación con ellos, entre semana nos veíamos pero los fines de semana era viajar a otros lugares ya previamente planificados por los chilenos, conocí muchos lugares, como isla negra, Valparaíso, Santiago, isla Damas, el desierto de Atacama, montañas nevadas, no recuerdo cuánto dinero gaste en las distintas actividades pero realmente eso no importó ya que las experiencias aun las guardo en el corazón, sé que no pudo ser mucho quizá mil 50- 100 dólares por semana.


Es más caro el estilo de vida en Guatemala, sucede que en Chile es más caro comer y vestirse, pero el salario es mucho mayor, en Guatemala es más barato pero el salario es simplemente para subsistir y nada más, la moneda no fue problema solo debía buscar una casa de cambio, pues como consejo a los próximos es que ahorren lo más que puedan y compren lo necesario, que realicen un plan de gastos y no gasten más de lo que tenían presupuestado. en lo personal gasté lo necesario y no me limité en lo que quería hacer sin embargo siempre busqué lo más económico.

Aquel que ama lo suyo, lo sabe demostrar ante el mundo


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